Encuentro de gerentes de grandes hospitales sobre la excelencia en la Gestión. Hospitales madrileños reclaman personalidad jurídica propia y presupuestos flexibles

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    La jornada organizada por la Fundación Bamberg puso el acento en la falta de personalidad jurídica propia de los hospitales de la Comunidad de Madrid y la manera en que esto agudiza sus dificultades presupuestarias.

    El encuentro llevó por título “Excelencia en la gestión” y fue patrocinado por la compañía de tecnología sanitaria Boston Scientific. Asistieron al acto figuras como la secretaria de CODEM, Sara Gasco; el decano de la Universidad de Sevilla, Luis Capitán; el director del Hospital Universitario del Tajo, Antonio Romero; la directora general de BioSim, Regina Múzkiz; el presidente de Apegsaude, Carlos Tomás; la gerente de asistencia sanitaria de A Salud Ávila, María Antonia Pedraza; y el ex presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, el doctor Mario Mingo.

    Inauguró la jornada el presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para, con un comentario sobre el Palacio Borguetto, escenario del encuentro. Un edificio singular de principios del siglo XX debido al marquesado del mismo nombre y que fue sede de la embajada de Japón y otra institución, antes de albergar la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid.

    Ignacio Para adelantó que los debates de la jornada se iban a  centrar en factores que favorecen la excelencia, con impulso desde las gerencias hospitalarias, con las limitaciones que impone el poder público y las ventajas de las herramientas del sector privado, según distinguió. Con sujeción al capítulo uno de los presupuestos públicos en materia laboral y profesional, tal como añadió. Y al problema de que las inversiones en tecnología por estar sujetas a amortizaciones y otros parámetros financieros específicos. Con reflexiones, además, sobre la nueva ley de contratos del sector público, vigente desde el pasado nueve de marzo del año en curso.

    También invitó Para a reflexionar y compartir experiencias sobre la necesaria transparencia y los resultados en salud como aspecto de gestión cada vez más viral en los foros de análisis. Dado que ya hay comunidades autónomas que pagan en función de dichos resultados, lo que en opinión de Para introduce la espinosa cuestión de los acuerdos de confidencialidad.

    En atención a la representante institucional de Iberoamérica invitada a la jornada, Para recordó que España sigue teniendo un esquema básico de seguridad social, con sus grandes ciudades sanitarias, la emisión de tarjetas sanitarias para viajar a Europa y el incompleto desarrollo de la Ley General de Sanidad, que data de 1986. En un país como España, en el que existe el concepto de universalidad, no exento de controversia, y en el que el PIB nacional se distribuye en una parte pública menguante y una porción privada creciente.

    Para también encontró el término “humanización” como poco preciso e hijo de un “buenismo” que no debe arrinconar el humanismo verdadero, entendido como raíz del progreso y la dignidad humanas.

    Tras sus palabras de bienvenida, Para dio paso al debate protagonizado por José Soto Bonel y Luis Mayero, de cara a ofrecer un preámbulo público privado completo.

    La Country Coordinator Director Health Economics & Government de Boston Scientific Spain, Paloma Beltrán, elogió la elección del espacio para el encuentro. Acto seguido renovó el compromiso de su compañía por añadir voces al debate sanitario, con objeto de hacerlo lo más rico y diverso en cada nuevo encuentro.

    Acompañó a Beltrán el director de atención al cliente de su compañía, Carlos Sabrido. Este defendió la aportación de la gente joven a la mejora necesaria de la calidad. Así mismo, contrapuso superar los binomios cobertura y calidad, o sanidad y salud.

    Sabrido estimó que se ha avanzado mucho en la continuidad asistencial en la que no debe haber construcciones disyuntivas, sino conjuntivas. Es decir, no oponer los conceptos de paciente y persona, o entre gestor o administrador, sino trabajar de manera unida y coordinada. Con la conveniencia de pasar de las protestas a las propuestas edificantes.

    La secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, Gina Riaño Barón, definió su organismo como una entidad supranacional dedicada a mejorar el bienestar de los pueblos de Iberoamérica desde la mejora de los servicios de seguridad social. Al ser una región que tiene ante sí los desafíos de la agenda 2030, que implicará la cobertura universal para las poblaciones.

    En esa línea, informó que los países de la región han incrementado su porcentaje de producto nacional destinado a sanidad, aunque falten aún muchos retos por atender.

    Según Riaño Barón, tras haber probado todas las fórmulas asistenciales posibles en el continente americano, existe una gran litigiosidad en países como Colombia, Brasil o Argentina, entre otros, porque los ciudadanos tienen que hacer valer por esa vía sus derechos a la atención.

    Celebró Riaño Barón la posibilidad aportada por la Fundación Bamberg y Boston para conocer tanto las experiencias de éxito, como los experimentos fallidos habidos en España.

    El patrono de la Fundación Bamberg, Ignacio López Balboa, razonó que la historia de la asistencia sanitaria ha transitado de la precariedad a la dignidad, para llegar a la universalidad. En un medio, como el sanitario, en el que todo es tan mutable como ya dejó dicho el sabio griego Heráclito.

    Ante desafíos tan colosales como la cronificación de las enfermedades en una población cada vez más envejecida, López Balboa no esperó soluciones mágicas de los políticos.

    Por eso llamó administradores a los directores gerentes de los grandes hospitales, ya que tienen la encomienda de premiar al bueno y sancionar al malo, sin recursos propios.

    Tras esas ideas iniciales, el patrono de la fundación convocante dio la palabra a los dos conferenciantes del día.

    El primero en hablar fue el director gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, el economista José Soto Bonel, que abrió su parlamento con la necesidad de aunar esfuerzos en OSIS, o unidades integradas de gestión, propias de la mayor parte de comunidades autónomas, a excepción de la Comunidad de Madrid.

    Ante el mayor reto de la asistencia, cifrada en la integración de servicios sanitarios e infraestructuras sociosanitarias, situó Soto Bonel el tránsito de “paliadores” de la enfermedad a agentes de salud, en referencia con los hospitales de enfoque tradicional.

    Derribar muros mentales

    El director gerente apuntó a hospitales más pequeños y funcionales, en beneficio de la atención a domicilio, los hospitales de día y la telemedicina. Lo que conlleva derribar muros físicos y mentales, según su aseveración.

    Entre las ideas equivocadas a echar abajo, Soto Bonel habló de la trampa de la complejidad de las unidades y la persecución de CSURes. Dado que el tamaño institucional suele dar ventaja en las ventajas orientadas a la financiación.

    Valor es salud

    El responsable del Hospital Clínico San Carlos afirmó que los gestores no son generadores de política sanitaria, sino implantadores de estrategias que hacen posibles las políticas sanitarias. Para ello, velan por las garantías laborales de los profesionales, la integridad física de los espacios asistenciales y la provisión de los recursos necesarios. Con el fin último de hacer posible la actividad clínica, desde los criterios especializados de los respectivos servicios. Bajo la premisa de que el valor es la mejora de la salud. Según indicadores que los gerentes incorporan al ritmo de su vocación, capacidad y talento.

    Sin descuidar la importancia de la cantera que provee de los futuros profesionales, añadió, gracias a la docencia realizada con las universidades colaboradoras, en su caso la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Lo que aporta el ADN de la innovación que sólo pueden manar de las ideas nuevas, como demuestran los milenials y confirmarán los cenenials. Al estilo del logro inimaginable en el pasado, por ejemplo, de curar la hepatitis C. Por que, para Soto Bonel, los hospitales de mañana serán definidos por los estudiantes de pregrado de hoy.

    Paralelamente, destacó el gerente la investigación científica en un plano de igualdad a la docencia. Y concluyó con la afirmación de que liderazgo no siempre viene acompañado de la jefatura de un servicio hospitalario o de la mera antigüedad.

    El presidente de la Fundación Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad (IDIS), el doctor Luis Mayero, elogió las palabras de Soto Bonel y su análisis certero de la realidad sanitaria. Figura de la sanidad pública a la que él mismo entregó en 2017 una acreditación QH, Quality Healthcare, por su excelencia asistencial.

    A continuación, se dolió Mayero por la imagen cruel que transmiten algunos de la sanidad privada, para la que, sin embargo, existe el consuelo de tener once millones de clientes-pacientes altamente satisfechos.

    Como ejemplo de los valores diferenciales del sector sanitario privado, el presidente de IDIS señaló el buen gobierno, la eficiencia posible sin las trabas públicas y la financiación sujeta a resultados en salud y no a la actividad asistencial. Lo que se traduce en una mejora de la prestación farmacéutica, entre otros factores, dentro de un modelo de asistencia universal que el sector apoya y defiende.

    Tecnología y competencia empresarial

    Citó también el representante sectorial las grandes inversiones en innovación para los centros privados, con el rigor que da la competencia empresarial y la búsqueda de la excelencia. A lo que sumó la ausencia de listas de espera.

    En relación con el mutualismo administrativo, Mayero destacó el éxito, no exento de sacrificio corporativo, de dar a los asegurados funcionarios las mismas prestaciones que el SNS, pero con una cápita menor.

    Mayero también resumió los excelentes datos asistenciales de la sanidad privada española, acreditada por los informes RESA de resultados en salud, las encuestas propias de satisfacción y el recientemente presentado trabajo sobre la experiencia de paciente.

    Giro copernicano

    El director gerente del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda de Madrid, Ricardo Herranz Quintana, afirmó que la obligación de una institución como la suya es dar la mejor asistencia con el menor coste posible, de cara a lograr su solvencia presente y futura.

    Superado el paternalismo de otros tiempos, que llevaba a cometer errores por el simple hecho de no preguntar lo más elemental a los pacientes, el ponente consideró imprescindible dar plena entrada la participación de estos. Personas que unen tres dimensiones a su valoración de la atención, la competencia técnica, la vivencia personal acaecida y su vida después de la actuación clínica. De forma que es tan importante que una prótesis de cadera esté bien puesta, como que haya tenido un trato amable. Se trata, por ello, según afirmó, de dejar a un lado la soberbia que da el dominio técnico y ponerse en el lugar del otro. Porque el paciente es organismo, alma y menoria, sentenció, desde una visión única.

    Herranz Quintana añadió también que tener todo lo anterior en cuenta supone trabajar con mucha transparencia, benchmarking y proactividad, desde una visión panorámica sanitaria. En la que, precisó, los pagos deberían ser realizados en función de los resultados que se logren.

    Como recordó Ignacio Para, el Hospital Puerta de Hierro obedece a un modelo PCI, con externalización de todos sus servicios no clínicos.

    La directora gerente del Hospital 12 de Octubre de Madrid, la doctora Carmen Martínez de Pancorbo, unió la medición de resultados al concepto de excelencia de gestión esgrimido por Herranz Quintana.

    En atención al foco puesto en el paciente y sus experiencias afirmó que cada institución debe seguir una hoja de ruta que orqueste un relato de mejora continua. Con el objetivo puesto en el individuo, es necesario llegar a la comunidad desde la micro y mesa gestión, según los dictados de la macrogestión, tal como describió la ponente.

    Martínez de Pancorbo coincidió también en que no hay que pagar por cápita, sino por resultados en salud, con innovación organizativa según modelos más horizontales porque el conocimiento es multidiciplinar. Lo que lleva a la simplificación de procesos, la automatización y, en muchos casos, la externalización, detalló. Para lo que es imprescindible, argumentó, la implicación de los profesionales sanitarios con transparencia, evaluación por competencias y formación.

    Para avanzar en ese planteamiento, que conlleva la desentralización en la toma de decisiones, el Hospital 12 de Octubre dispone de un plan propio que incluye la evaluación y renovación de sus medios tecnológicos. Con una contratación de 170 millones de euros, vía contrato en un 80 por ciento. En función de los datos aportados por la gerente.

    Mama y pulmón

    Como adelanto, la gerente habló de la iniciativa ICHOM, sobre resultados en salud, que se hará pública próximamente en cáncer de mama y de pulmón.

    Reprochó Martínez de Pancorbo el papel pasivo de algunos mandos intermedios que no usan las herramientas de gestión que se les ofrecen. Así ocurrió con uno de sus jefes de servicio, que no quiso introducir la retribución variable en su equipo, probablemente, por pereza, dio a entender la doctora.

    Y concluyó con la aseveración de que en Madrid no hay libre elección de médico y centro, sino “trasiego” de pacientes de un sitio a otro, por criterio de referencia y porque los ciudadanos no entienden los indicadores que se usan en las comparaciones

    Mayor autonomía profesional

    El director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de la Coruña, Luis Verde Remeseiro, echó de menos las competencias emocionales en la formación de los gerentes.

    Aludió al fracaso de la gestión clínica por la ruptura de la confianza por parte de los profesionales sanitarios. Algo que habrá que conseguir, con el tiempo, con mayores cotas de autonomía profesional y para los pacientes. A ello ayudará, razonó el ponente, dar cancha a la innovación participativa, dentro de las organizaciones.

    Verde Remeseiro encontró positivo que los pacientes tengan mayores cauces de implicación que el mero recurso de la queja, que resultaba común antes.

    El ponente vio en la nueva ley de contratación pública la oportunidad de mejorar la atención a los ciudadanos. Como superación de la falta de empuje que a veces causa la interinidad habitual en las gerencias.

    Remató su tesis el ponente con la idea de que la reingeniería no lo resuelve todo. Y entonó cierto mea culpa al reconocer que, quizás, la vida se ha medicalizado demasiado.

    Más asistencia a domicilio

    La directora gerente del Hospital Universitario Infanta Sofía, Rosa Bermejo Pareja, confirmó que su centro también responde al modelo PCI. Un sistema al que no le costó adaptarse, según confesión propia, a pesar de haber desarrollado su carrera gestora en el ámbito público.

    Se alineó la responsable hospitalaria con el gerente Soto Bonel al asegurar que es necesario hacer menos hospital y más domicilio.

    Describió BermejoPareja su plan de acción hospitalario +Sofía, nacido en tiempos de crisis sin presupuesto y a impulso de un equipo directivo joven. Que llevó a la conclusión de que el paciente quiere estar como en casa, cuando llega al hospital.

    Lamentó la ponente que el observatorio de resultados en salud de la Comunidad de Madrid sólo sea a efectos de actividad y no sobre los citados resultados.

    Así mismo, destacó que en su zona sólo hay seis residencias de ancianos, por lo que la integración sociosanitaria tiene sus límites.

    Por y para el paciente

    El director gerente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Joseba Andoni Barroeta Urquiza, entendió que la función de un hospital es ser reconocido como centro de excelencia y su reflejo en la satisfacción de los usuarios y pacientes. Ya que, según argumentó, todo se hace por y para el paciente

    Barroeta Urquiza aludió también a la ética profesional y el orgullo de pertenencia a la institución sanitaria. Junto a valores como el trabajo en equipo y la eficiencia que hace viable cualquier empresa humana.

    Abogó el ponente por los contrato-programa y replicó al rechazo de Ignacio Para de las gerencias vitalicias los cauces necesarios para incorporar la innovación al ritmo que se produce.

    En otro momento, Barroeta contradijo a los que dicen que los hospitales públicos madrileños no compiten entre ellos, dado que su propio hospital atiende a un 57 por ciento de pacientes que no son de su área.

    Sin personalidad jurídica propia

    El director gerente del Hospital Universitario de la Princesa, Fidel Illana Robles, recordó que el nombre de su institución responde a la primogénita de Isabel II.

    El ponente desearía, confesó, tener personalidad jurídica propia y no ser parte del SERMAS. A la ventaja de tener dado el presupuesto por añadidura, opuso la mera función de fondos, de manera bastante atada.

    En la era de la “opinión”, aplicada a la gestión, Illana Robles, encontró que las comparaciones entre hospitales son una cosa buena. Sin perder de vista que la innovación es la senda del futuro, a pesar de que la nueva ley de contratación sea prácticamente inineligible.

    Aludió también al estatuto marco como explicación de una situación profesional considerablemente atípica.

    Como hábito gerencial, Illena Robles confesó que gusta de hacer rondas por las plantas al terminar su jornada profesional, lo que le permite conocer de primera mano a pacientes que prácticamente viven en el hospital. Lo que llevó a pensar al paciente si es posible que las cosas no se estén haciendo siempre bien.

    Saber hacer hacer

    Clausuró el encuentro el director general de coordinación de la asistencia sanitaria de la Comunidad de Madrid, el doctor Antonio Alemany. Quien afirmó que la mejor virtud de un gerente es hacer saber hacer, desde la confianza en la estructura en la que está inmerso, además de la confianza debida a profesionales y pacientes.

    Lamentó Alemany tener que vivir en una época sin confianza, en la que los ministros duran seis días, como alusión a la dimisión del ministro de Cultura, Máxim Huerta, acaecida la víspera de la jornada.

    Emplazó así mismo Alemany a todos a poder disponer de una legislación adecuada en la Comunidad de Madrid, que no maniate a los gerentes.

    Valencia, “solidaria” y ausente

    Excusó su asistencia la gerente del departamento de salud Valencia La Fe, Mónica Almiñana, al haber sido requerida por Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, al efecto de organizar la llegada de un barco con inmigrantes, acogido por su región.